viernes, 1 de julio de 2011

BALÍSTICA FORENSE
El concepto que el término “Balística” comprende desde el punto de vista forense, la aplicación de las leyes, principios, técnicas y procedimientos de las ciencias a la resolución de problemas judiciales, es mucho más amplio, siendo la “BALISTICA la ciencia y arte que estudia integralmente las armas de fuego, el alcance y dirección de los proyectiles que disparan y los efectos que producen”.
Si bien son múltiples los requerimientos que pueden hacérsele al Perito en materia de armas de fuego, como por ejemplo la determinación de la marca, modelo, origen y época o año de fabricación, podemos asegurar que al respecto, la gran mayoría de los puntos de pericia sometidos a dictamen, se limitan a los siguientes:
·         La determinación del estado de conservación y aptitud para el disparo; con esta interrogante se tiende a determinar si el arma involucrada en una causa es de funcionamiento normal y apta para producir disparos, es decir para percutir el cartucho provocando su detonación y expulsar adecuadamente el proyectil. Para ello el experto debe en primer lugar proceder a efectuar un pormenorizado estudio del arma sometida a análisis, siendo en muchas oportunidades necesario recurrir a su despiece para poder establecer el grado de desgaste o deterioro de los mecanismos internos del arma. Luego de este estudio preliminar se procede a operar el arma efectuando percusiones primero en vacío y luego cargada con cartuchos adecuados (de su mismo calibre), disparos estos que se efectúan sobre un dispositivo especial conocido como “Banco de Obtención de Proyectiles”, el que permite recuperar los proyectiles disparados para verificar sobre ellos las condiciones particulares del disparo, verificación que también se realiza sobre las vainas servidas, mediante observación de estos elementos con medios ópticos de aumentos adecuados y convenientemente iluminados.
·         La determinación del grado de celosidad del arma; en la que el proceso de fabricación de un arma de fuego se efectúa en estricto ajuste a las normas y especificaciones fijadas por el diseñador, lo que dará como resultado el logro de un producto de óptima calidad conforme dichas especificaciones. Para ello el diseñador ha calculado y probado en los prototipos la forma, constitución, dimensiones y resistencia de todos y cada uno de los componentes de los distintos mecanismos que constituyen el arma. Uno de esos mecanismos en particular es el “Mecanismo de Disparo”, constituido principalmente por la cola del disparador (mal llamada “gatillo”), el fiador, el muelle del fiador, el martillo y la aguja de percusión. Para que el disparo se produzca es necesario que, presionando sobre la cola del disparador, se ponga en funcionamiento todo el conjunto de piezas hasta lograr que la aguja golpee sobre el fulminante del cartucho, produciendo su estallido. La fuerza necesaria para lograr este efecto ha sido determinada por el diseñador y respetada por el fabricante, respondiendo a una de las especificaciones que fueran fijadas por aquel. El desgaste del arma motivado por su intenso uso, la falta de un mantenimiento adecuado o la modificación de las condiciones de alguna de las piezas del mecanismo de disparo, particularmente del fiador, las que pueden deberse a deterioros accidentales o a maniobras realizadas sobre esta pieza con la finalidad de lograr dicha modificación, hace que varíen las relaciones internas entre las piezas y por lo tanto disminuya la fuerza a aplicar sobre la cola del disparador para lograr el accionamiento del arma, obteniéndose un arma denominada comúnmente como “celosa”, término que en Balística Forense indica una disminución de la fuerza necesaria para provocar el disparo con relación al valor establecido por el fabricante. Para arribar a conclusiones categóricas, el experto debe verificar los valores efectuando una serie de mediciones con el empleo de aparatos tales como el “Tensiómetro de cola de disparador”, un dinamómetro horizontal provisto de los accesorios necesarios para fijar el arma y efectuar los ensayos de disparo mientras se mide la fuerza aplicada en la cola del disparador para lograr los mismos, o bien recurriendo a métodos alternativos lo suficientemente confiables como para eliminar errores instrumentales, operacionales o de metodología que modifique el valor del resultado final. Obtenido así el valor de fuerza de disparo para un arma determinada, se compara éste con lo especificado por el fabricante o diseñador, expresando la diferencia en porcentaje lo que en definitiva indica el “Grado de celosidad del arma”.
·         La determinación del reciente uso del arma; esto es manifestado por la presencia en su interior de restos de pólvora semi-combustionada o de sus detritus (productos de la deflagración), para cuya comprobación se requiere, en primer término proceder a realizar una observación cuidadosa del arma, en especial del cañón, recámara y alvéolos (en el caso de los revólveres), lo que se efectúa iluminando adecuadamente los lugares a inspeccionar. Luego se procede a efectuar un hisopado de las piezas ya mencionadas utilizando para ello algodón previamente controlado para evitar enmascaramiento de resultados por contaminación, efectuando sobre esos hisopos de algodón las reacciones químicas específicas de reconocimiento de restos de deflagración de pólvora, aconsejándose el empleo del Reactivo de Griess (Alfa-naftil amina y ácido sulfanílico en medio acético), en razón de su especificidad y su alta sensibilidad, y que manifiesta la presencia de los restos de pólvora mediante la formación de una coloración rojiza característica de los nitritos. También cabe destacar que la comprobación de la presencia de restos de pólvora no autoriza al experto a asegurar la fecha del último disparo, el que bien pudo ser anterior a la del hecho motivo de investigación, como así tampoco la ausencia de los mencionados restos implican que el arma no haya sido utilizada recientemente, ya que una limpieza adecuada de la misma elimina todo indicio de su reciente uso.

GRAFOTECNIA
Para comprender una "ciencia" hay que estudiarla, profundizar en ella, así es la única manera de comprobar si tiene algún valor científico o es el producto de la superstición humana.
Las muestras grafotecnicas, son los documentos públicos o privados, ya sea debitados o genuinos, objeto de estudio pericial; por lo que el procedimiento técnico para la búsqueda y obtención de muestras grafotecnias son:
·         Búsqueda; en la cual el instrumento incriminado original debe ser obtenido en el proceso de la denuncia o al primer instante que sea visto, con la finalidad de asegurar su integridad de tal manera que se evite la destrucción, seccionamiento, añadiendo de marcas, signos, etc. Cualquiera que sea la falta, delito o motivo de la pericia se deberá hacer constar la retención del documento para análisis en el acta respectiva, con indicación de quien la entregó, lugar, fecha o si fue hallada en la Inspección Técnico Criminalística, inmediatamente después se deberá fotografiar y obtener copias fotostáticas para la manipulación durante la investigación y para las copias del Atestado Policial, aunque para el peritaje debe ser remitido necesariamente el documento original.
El receptor de la grafía puede ser cualquier objeto, tales como: maderas, vidrios, telas, paredes, pero sí es necesario recalcar que todo receptor que pueda ser manipulado debe ser remitido necesariamente al Laboratorio de Criminalística, donde se encuentra el instrumental apropiado  para el estudio, como ha sucedido anteriormente para el estudio, como ha sucedido anteriormente al haberse decepcionado ventanas, platos, ropas, puertas con inscripciones obscenas o intimidatorios, lográndose identificar a los autores plenamente. En caso de no ser posible el traslado, se debe fotografiar por fotógrafos especializados y equipo adecuado, con el fin de asegurar la precisión en las reproducciones que serán utilizadas posteriormente en el análisis.
Las muestras auténticas que han de servir de base en el cotejo o comparación, han de tener ciertos requisitos como: la calidad, cantidad y tiempo para el éxito en la peritación, por consiguiente para su ubicación se requiere de conocimientos previos. Por tal motivo se recomienda como muestras más apropiadas: las cartas, recibos, papeletas, cuadernos escolares, diarios, anotaciones, libretas de apuntes, cálculos de cuentas, claves, recetas, etc.; estos instrumentos son los más valiosos, por lo tanto se debe esmerar el investigador policial en ubicarlos para ser entregados al Perito Grafotécnicos.
Los documentos públicos son también apropiados para el cotejo, además tienen la ventaja de que no se requiere el reconocimiento previo por parte del titular, para lo cual se debe conocer de la existencia de éstos mediante el interrogatorio preliminar para ubicar los originales. (Ej. Caso de notarías). Los documentos de identidad personales deben figurar en la peritación como muestras auténticas de comparación, sin embargo éstos no son los más adecuados para la confrontación requeridas, porque generalmente contienen firmas muy recientes o antiguas que han variado con el transcurso del tiempo, por consiguiente, las firmas actuales resultan notablemente diferentes a las que figuran en dichos documentos, salvo que éstos sean duplicados obtenidos con posterioridad.
·         Obtención de muestras gráficas; ante la carencia o escasez de muestras adecuadas genuinas o de comparación, se procede a obtener muestras de los implicados e incluso a los denunciantes, quienes serán debidamente identificados mediante sus documentos personales: Libreta Electoral, Libreta Militar, Libreta Tributaria, CArnet de Identidad, evitando de esta manera ser sorprendidos por otras personas.
Sin embargo cuando se trata de peritajes sobre firmas; las firmas que se tomen como muestras para cotejo deben hacerse en material similar al utilizado en las firmas dudosas, debe tratar de reproducirse las posibles condiciones (equicircunstancias) en que fue trazada la firma impugnada (de pie, sentado, apoyado, en movimiento, echado, etc.). Las muestras se tomaran en hojas separadas, en la primera describirá sus generales de ley, como si se tratara de una manifestación policial, luego trazar varias firmas y al final pondrá la fecha, lo mismo se hará en las hojas sucesivas, además se tomara la impresión digital del dedo índice derecho para asegurarse contra posteriores negativas. Luego a partir de la segunda hoja, como encabezamiento llevara el nombre y apellidos completos de la persona que traza las firmas, sin olvidar que desde la primera hoja serán enumeradas. La persona implicada no debe observar la firma dudosa, siendo el error más grave que permitiera el investigador.
Cuando se trate de escrituras manuscritas; las muestras de la escritura de la persona(s) incluso el denunciante(s) o sujetos que impugnan la escritura dubitada, si no existiera escritura espontánea de dichas personas (cartas, cuadernos; apuntes, recibos, cheques, letras de cambio u otros documentos), se formarán cuerpos de escritura dictándoles el contenido impugnado, evitando que la persona observe la forma cómo está el documento dudoso. El dictado se hará con un intervalo de tiempo prudencial (a distintas velocidades) y tan pronto como termine una muestra se le recogerá la hoja y tiene por objeto descubrir si la persona disfraza o no su  escritura, es indispensable numerar correlativamente las muestras para saber el orden en que fueron ejecutadas. Si el documento manuscrito dubitado tuviera escrito con letra “tipo imprenta” o con “tipo cursiva”, las muestras serán escritas en la misma forma.
Cuando se trate de documentos mecanografiados; se sacarán muestras escribiendo con la máquina sospechosa en copia idéntica al documento a examinar, cuidando en reproducir con la mayor  exactitud posible hasta en los menores detalles todas las particularidades de disposición del documento: Lugar, fecha, títulos, subtítulos, nivel en que comienza el texto; habrá que escribir el mismo número de palabras en la línea, dejar márgenes de iguales dimensiones, dejar el mismo número de espacios en los puntos aparte, dejar igual espacio entre los párrafos, etc. La cinta demasiado nueva nos da una escritura empastada donde no puede verse los pequeños detalles; con una cinta demasiado usada el texto resulta pálido. Ambos casos no son adecuados para la toma de muestras, la cinta por otra.
Finalmente el valor criminalístico del peritaje grafotécnico se pone al servicio de la administración de justicia para combatir el delito, contribuyendo a su esclarecimiento y señalando, a los autores; ya que constituye el análisis de la prueba por su calidad técnico-científica y apoya la investigación dentro del campo operativo y administración judicial, identifica mediante el examen de la escritura, la peritación constituye el arma fundamental en la investigación de Estafas en sus diferentes modalidades; en delitos contra la Fe Pública; falsificación de papel moneda y documentos controvertidos en general.
Sin embargo en todo hecho delictuoso, en cuya escena se encuentren documentos de carácter dudoso las conclusiones del peritaje permiten un mejor interrogatorio, confrontación, aceptar o descargar testigos y coartadas, etc., permitirá buscar y obtener las muestras graficas adecuadas y necesarias de las personas implicadas.

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